Con más de 3.4 millones de hectáreas, el
parque más grande de Bolivia se suma a la lista de áreas protegidas y reservas
forestales afectadas.
El Gobierno Autónomo Departamental, a través
de la Secretaría de Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente, logró verificar
quemas, chaqueos, deforestación e incluso caza indiscriminada de animales en el
parque nacional Kaa-Iya. Tras la denuncia presentada por la Capitanía de
Alto y Bajo Izozog (CABI) sobre daños
ambientales registrados dentro del Área Protegida más grande de Bolivia, la
Dirección de Áreas Protegidas se dirigió hasta el lugar con un equipo técnico
de profesionales para realizar la inspección correspondiente.
Luego de corroborar la información, el
Director de Áreas Protegidas de la Gobernación, Juan Carlos Añez, informó que
“la inspección se realizó con instrumentos profesionales, donde pudimos
corroborar que existe una intervención ilegal posiblemente ocasionada por los
comunarios y colonias menonitas que se encuentran en la zona”. El Parque
Kaa-Iya tiene dos categorías de manejo, Parque Nacional y Área Natural de
Manejo Integrado, “toda área protegida tiene un Plan de Manejo que establece
zonificaciones que permiten cierta o ninguna actividad dentro del área. En esta
zona, según el plan de manejo, debería existir protección estricta, es decir
que no puede haber ninguna actividad, es más, debe darse una protección total
del área, ya que la constante e indiscriminada deforestación causa un
desequilibrio climático que impacta en la baja de caudal del río Parapetí,
comprometiendo la vida silvestre del departamento”.
La protección de las áreas protegidas es
responsabilidad del Servicio Nacional de Áreas Protegidas (SERNAP), dependiente
del Gobierno Central, cada parque cuenta con un director encargado de su
cuidado, el mismo que tiene la obligación de realizar una inspección ocular
máximo 4 días después de recibir una denuncia, “acción que no se realizó al
recibir las denuncias del CABI”, resaltó Añez.
DATOS
Kaa-Iya significa “amos del monte” en
guaraní, se encuentra en el Chaco
boliviano y es el parque más grande de Bolivia, con poco más de 3.4 millones de
hectáreas, además de ser considerado uno de los más grandes y ricos de
Sudamérica en biodiversidad. Por su importancia, fue denominado parque mediante
Decreto Supremo el año 1995.