La VII marcha indígena en defensa del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis) partió el 15 de agosto del 2011 rumbo a La Paz buscando que la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos no atraviese el parque nacional, luego de que el presidente de Bolivia Evo Morales anunció que la carretera se contruirá si o si.
La construcción de la polémica carretera fue iniciada sin la consulta previa a los indígenas que establece la Constitución Política del Estado. Según autoridades del gobierno la construcción del tramo I y II contaban con la consulta requerida mientras que el tramo II aguardaba su ejecución hasta que no se consulte a los indígenas del Tipnis.
La construcción de la polémica carretera fue iniciada sin la consulta previa a los indígenas que establece la Constitución Política del Estado. Según autoridades del gobierno la construcción del tramo I y II contaban con la consulta requerida mientras que el tramo II aguardaba su ejecución hasta que no se consulte a los indígenas del Tipnis.
Durante la marcha, el presidente Morales
lanzó acusaciones en reiteradas acusaciones hacia los dirigentes de la
movilización, por ejemplo, de sostener contactos con la embajada de EEUU
utilizando como prueba un reporte de llamadas telefónicas; también de estar
financiada por Gonzalo Sánchez de Lozada; y de tener un trasfondo político
respondiendo a intereses de la oposición.
La marcha también fue testigo de la muerte del
niño Pedro Moye Nosa, de 12 años, a consecuencia de un accidente ocurrido el 18
de agosto. También Juan Uche Noé, bebé de ocho meses que acompañaba a sus
padres en la marcha, muere en San Borja víctima de una diarrea, y el cacique
chiquitano Edy Martínez Rivera fallece en el accidenrte de Aerocom, cerca del
aeropuerto de Trinidad, cuando se dirigía a San Borja para incorporarse a la
marcha.
El 22 de septiembre los indígenas llegan al
arroyo de Chaparina, donde se encuentran con un bloqueo de colonizadores y un
contingente de 400 policías. En el lugar la policía no sólo les impedía el paso
con el argumento de que quieren evitar un enfrentamiento con los cocaleros,
sino que les cerraron el acceso al agua.
Dos días después, tras el fracaso de una
nueva negociación con el gobierno por medio del canciller David Choquehuanca,
un grupo de mujeres obligó al canciller a encabezar la marcha para romper el
bloqueo de policías y colonizadores en el puente San Lorenzo. A raíz de eso el
gobierno acusó a los marchistas de haber “secuestrado” y tomado como “rehén” al
canciller para utilizarlo como “escudo humano”.
Todo eso abrió paso a que el 25 de septiembre
la policía intervenga la marcha de forma violenta, a golpes y con gases
lacrimógenos, arrestando a cientos de
marchistas, hombres y mujeres, y a sus principales dirigentes. El operativo dejó
un saldo de 280 lesionados, según cifras de los marchistas.
Al día siguiente, efectivos de la fuerza
pública trasladaron a los detenidos a San Borja y Rurrenabaque con la intención
de llevarlos a La Paz, pero los pobladores de ambas localidades, apoyados
por indígenas tacanas y mosetenes,
bloquearon los autobuses que transportaban a los marchistas y frustraron el
plan policial. En tanto en Santa Cruz la población expresaba mediante vigilia y
marchas el repudio a la violenta intervención a la movilización de los
indígenas.
La intervención policial provocó la renuncia
de los ministros de Defensa, Cecilia Chacón, de Gobierno, Sacha Llorenti,
además del viceministro de Régimen Interior, Marcos Farfán.
Luego de reagruparse, el 1 de octubre los
indígenas reanudaron su marcha a La Paz, donde llegaron el 19 de ese mes ante
un multitudinario recibimiento que sacó a la población entera esporádicamente a
las calles de La Paz.
Indígenas logran la promulgación de una ley
que defiende el Tipnis
El presidente Evo Morales promulgó el 24 de
octubre en Palacio de Gobierno la ley corta que garantiza que la carretera
Villa Tunari-San Ignacio de Moxos no pasará por el Tipnis, ante la presencia de
los marchistas que celebraron la aprobación de la norma y con esa garantía
comenzarán a retornar a sus comunidades.
Los dirigentes indígenas que participaron del
acto celebraron la promulgación de la ley, pero también recordaron las
dificultades por las que pasó la marcha desde que salió de Trinidad, el 15 de
agosto, y pidieron al Presidente y su gabinete que respeten la Constitución en
lo que concierne a sus derechos.
Morales insistió durante su discurso sus
razones para la construcción de la carretera y reiteró que otras comunidades
del Tipnis sí quieren la ruta.
Indicó que los dirigentes y las bases que
participaron de la marcha tienen ahora la obligación de explicar en su
territorio a la gente que vive allí la decisión de que el camino no pase por el
Tipnis “y que no me echen la culpa a mí”.
“Pensé que estaba salvando una
responsabilidad (con el proyecto carretero por el Tipnis), tal vez era una
equivocación. El tiempo dirá”, dijo el Presidente, después de promulgar la ley.
Poco después de que la Asamblea Legislativa
aprobó, aproximadamente a las 21:30, la Ley de Protección del Territorio
Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure con las modificaciones hechas por
Morales, los indígenas que se encontraban en vigilia en la plaza Murillo
comenzaron a ingresar a Palacio para participar del acto.