Un nutrido grupo de vecinos junto a
representantes de la tercera edad, unión de juntas vecinales, de la cooperativa
de agua y comité cívico de la Villa Primero de Mayo, llegaron hasta la plaza
central de la zona para repudiar los destrozos realizados por algunas personas
a la fuente de agua que el 2003 entregó la presidenta suspendida del Concejo
Municipal, Desirée Bravo, como homenaje a los trabajadores.
Finalmente, la edil informó que el burgomaestre Fernández estuvo
inspeccionando las obras del lugar donde se efectúa una remodelación total que
contempla la renovación de la fuente de agua, un área de estar, un
pasillo de hormigón, mosaico granítico, 65 bancos, 30 basureros,
jardinería con riego por aspersión, iluminación y dos parques ecológicos con
una inversión municipal de 4,5 millones de bolivianos.
Para Bravo resulta raro que después de
nueve años quieran destruir la obra e invitó a los autores del hecho a que se
sumen al trabajo que realiza junto al alcalde Percy Fernández por satisfacer
las necesidades de los barrios. “Nunca se ha hecho una obra para dañar a nadie,
les pido que recapaciten, que trabajamos juntos para tener más obras”,
puntualizó la edil.
Por su parte, el presidente de la Unión
de Juntas Vecinales de la Villa, Franklin Pérez, dijo en representación de los
85 barrios que conforman la populosa zona que estarán en vigilia permanente
para no permitir que se “ensañen con las obras municipales que son de todos”;
en tanto, el diputado Tomás Monasterio, afirmó que le seguirá un proceso penal
a los identificados en los destrozos, que a decir de él, responden al ala
radical del Movimiento al Socialismo MAS y que estarían ejerciendo una
“violencia política en contra de Desirée”.