“Bolivia no está creciendo al ritmo que
crecen otros países en materia de exportaciones no tradicionales. Como país,
seguimos festejando el crecimiento de las exportaciones que son principalmente
minerales e hidrocarburos, nos cuesta ver el crecimiento, que no es tan grande,
en el área no tradicional. Para nosotros, lo preocupante es que nuestro
crecimiento en el sector agroindustrial, pese a los precios internacionales
elevados, hasta el momento no hemos tenido el volumen que hubiéramos podido
tener para poder exporta; y ahí viene el gran problema con el que venimos
atravesando: la restricción a las exportaciones, además de los cupos internos y
los tropiezos logísticos internos del país. Esto hace que los productos no
tradicionales voluminosos estén pasando por un proceso de desaprovechamiento;
si bien algunos rubros han tenido un aprovechamiento de 8, 10, y 15 por ciento,
no estamos creciendo como deberíamos”, sostuvo Oswaldo Barriga Karlbaum,
gerente general de la Cámara de Exportadores de Santa Cruz –CADEX.
Agregó que Paraguay quintuplica en área
sembrada de productos como la soya, Uruguay está produciendo más que Bolivia, y
así por delante, “eso debe preocuparnos, algo no estamos haciendo bien en el
país como para que nuestros productores, agricultores, industrias y
exportadores, tengan el incentivo de producir e invertir más y crecer más”,
enfatizó.
Sobreestocamiento
y transgénicos
En relación a las agroindustrias, las
restricciones a las exportaciones han generado “cuellos de botellas” constantes
que originan un sobreestocamiento de los productos que, a su vez, ocasionan que
las industrias no pueda absorber la cantidad del producto cosechado en el
campo, y el productor no está sembrando lo que debería sembrar. Por otro lado,
están las dificultades relacionadas con las normativas, como ser la Ley de la
Madre Tierra; la producción de los transgénicos; la inseguridad jurídica por
los avasallamientos, la reversión de la tierra y los desmontes.
Rubros
afectados
Por su parte Rafael Riva, gerente
técnico de CADEX, manifestó que respecto a la información del INE que revela
que las exportaciones del mes de enero 2013, comparativamente al mes de enero
de 2012, han tenido un crecimiento de 54 por ciento de valor, y 36 por ciento
en volumen de hidrocarburos y minerales en bruto, se puede observar que algunos
sectores como el forestal (maderas y manufacturas) han tenido un descenso en su
nivel de exportaciones de un 22 por ciento en volumen y 2 por ciento en valor;
las confecciones bajaron un 44 por ciento en sus exportaciones; calzados 18 por
ciento; el algodón 64 por ciento; frutos, frutas y preparaciones alimenticias,
56 por ciento. “Vemos que si bien a algunos sectores de la economía les está
yendo bien en términos generales como los hidrocarburos y minería, a otros les está siendo
restringidas sus exportaciones”, apuntó Riva.
Liberación
de exportaciones de soya, y otros productos
Consultado Oswaldo Barriga sobre si la
reciente liberación de exportación de 400 toneladas de soya, representaría un
cambio en la política de gobierno respecto a las exportaciones, dijo: “Es un
paso interesante, pero debería ir acompañado de liberar la exportación de la
harina y del aceite, no con permisos, sino liberarla de pleno porque el
abastecimiento está garantizado, lo mismo con el azúcar. Si se sigue
entorpeciendo a través de esta intervención, va a seguir sucediendo lo mismo, y
el gobierno va a tener que seguir apagando incendios. ¿Por qué no dar el paso
político y liberar la economía del país? - cuestionó -, porque hay una visión
fiscalizadora, no proactiva”, apuntó.
La referida liberación es de grano de
soya, no del aceite. Cerca de 250 mil toneladas están almacenadas, que
corresponden a la gestión pasada, porque no se han podido moler ni procesar, lo
mismo sucedió el 2013. “Van a liberar 400 mil toneladas de soya, perfecto, pero
no las van a poder mover porque la logística no ayuda, el año pasado también
habían 300 mil toneladas liberadas, y no se exportaron en su totalidad, porque
no es solamente decir: bueno, ya están libres, muévanlas. 400 mil toneladas son
aproximadamente 13.600 camiones, y eso solamente grano, y qué vamos hacer con
los otros productos, también se tiene que exportar maíz, madera, frejol,
sésamo, hay muchos productos de exportación. Hoy por hoy, un camión sólo da una
vuelta y media por mes, antes hacían 3 vueltas, la cantidad de unidades de
camiones que tenemos en Bolivia, no abastece”, aclaró Barriga Karlbaum.
Trabas
en trámites y logística
Sobre el particular, Rafael Riva explicó que las 400 mil toneladas de grano de
soya autorizadas para exportación, son previa la obtención de un certificado de
“Abastecimiento y precio justo”, básicamente una licencia de exportación.
Anteriormente se habían autorizado 300 mil toneladas pero sin esta
documentación. “Desde mi punto de vista, no hay muchos cambios, porque se
sigue exigiendo licencia de exportación
a los exportadores, pequeños, medianos y grandes del sector agroindustrial,
principalmente; y esto, no resuelve el problema de fondo que consiste en una
saturación del sistema de almacenamiento del grano, pero también es necesaria
una agilización en lo que es la obtención de los certificados de exportación, o
licencia de exportación para otro tipo de productos”, asintió.
Asimismo, manifestó que además de las licencias, existen otros obstáculos a la
exportación como ser problemas logísticos en relación lo que es la oferta del
transporte, demoras en aduanas, en pasos fronterizos que impiden que se haga
una logística más ágil de exportación y de importación, lo que mejoraría la
oferta de transporte.