Festival Internacional de Teatro armó una manifestación en Santa Cruz
No importó que el tráfico vehicular fuera cortado ni que el centro cruceño se congestionara por una manifestación, porque la de ayer no fue una marcha más en la ciudad de los anillos. Por el contrario, más de cien personas, unidas bajo la consigna del teatro, gritaron, bailaron, rieron, cantaron, actuaron y demostraron por qué “el teatro es un reflejo de lo que el mundo podría ser...”. Pero para entender mejor la frase de Ariane Mnouchkine hay que retroceder a las 18:30, del jueves 18 de abril. Reunidos en la casa del gestor cultural Marcelo Araúz, los artistas iniciaron la “Caravana de los personajes de la memoria teatral”, como parte de la inauguración del IX Festival Internacional de Teatro “Santa Cruz de la Sierra”.
Antes de partir, en la vieja casona se escucharon gritos de ánimo y bajo la orden de salir a la calle, un par de zancos abrió el paso a esta singular manifestación. Detrás de ellos, siguieron seis miembros de la directiva de la Asociación Pro Arte y Cultura, encabezada por su presidenta, Cecilia Kenning. Enseguida estaban los 15 elencos que nutrieron esta marcha que hizo su primera parada en la plaza principal.
Los manifestantes se robaron los aplausos y las luces de las cámaras fotográficas se encendieron, mientras la banda municipal interpretaba temas tan emblemáticos para los cruceños, como Tamarindo Seco. “Hemos venido con nuestras hijas para mostrarles nuestra cultura… Nos encantó la caravana”, dijo Susan Cronenbold.
Para las 18:30, propios y extraños ya estaban emocionados con la marcha de los artistas, pero lo bueno estaba unos metros más allá, en la Manzana Uno. Una gran tela blanca cubrió los horcones de la Brigada Parlamentaria, varias mesas forradas repartidas en el patio central y en el escenario los músicos de la Santa Cruz Big Band. En ese marco, cual fiesta elegante, irrumpió la caravana para dar inicio a un acto protocolar cargado de emociones.
La primera en tomar el micrófono fue Kenning, que no pudo ocultar su emoción: “Estoy contentísima de este inicio”. La presidenta del directorio de APAC aseguró que el noveno festival es un reflejo de una memoria única y particular de las cientos de obras y de los miles de actores que pasaron por los festivales. “Esta caótica y mágica región es un sitio vital para el arte y la cultura”, concluyó Cecilia Kenning.
Para Pablo Groux, Ministro de Culturas, fue un honor formar parte de esta fiesta en la Manzana Uno, porque es un referente en América Latina que ha trascendido a otros continentes. “Vivamos esta magia… Todos haremos memoria, porque aquí está un pedazo de nuestras propias vidas”, afirmó la autoridad, mientas que María René Canelas, en representación del municipio, y Roly Aguilera, de la gobernación cruceña, coincidieron en remarcar la importancia de este evento cultural… “Este es un hermoso regalo no solo para Santa Cruz, sino también para Bolivia”, acotó Aguilera.
Cuando varios espectadores pensaban que la manifestación terminaba, las luces se apagaron y en el balcón de la brigada apareció la bailarina Andrea Scotta, con una muestra de videodanza, que reflejaba las alegrías y tristezas de dos bicicletistas. El número era observado por la acróbata española Martina Riba, que estaba sujetada por unos cables y una grúa… Ella, con un globo en la mano, recorrió el cielo cruceño ante la mirada atónica del público y de los medios de comunicación.
La velada concluyó cuando Riba lanzó su globo y con ella los otros actores repartidos en la Manzana Uno. La Santa Cruz Big Band, dirigida por Boris Vásquez, volvió a hacernos recordar el contagioso ritmo de Tamarindo Seco y los fuegos artificiales estallaron con los aplausos de la gente… El mitin de los artistas acabó y a nadie le molestó que el centro, por unas horas, le rindiera culto a su majestad el teatro.
Así se puso en marcha a un festival que durará 11 días, que recibirá a 46 elencos de 16 países y que ofrecerá más de 100 funciones. El encuentro artístico llevará el teatro a diferentes partes de la ciudad, a poblaciones rurales y también, por vez primera, a Tarija y Villamontes.
