Comunidad fronteriza se beneficia con energía alternativa

A 30 kilómetros de la frontera con el Paraguay, se encuentra la comunidad indígena  “Cruce del Guanaco”, perteneciente al municipio de Charagua, hasta aquí llegó la Gobernación cruceña con energía alternativa  para 17 familias, que nunca antes habían visto la luz en sus casas. La entidad departamental tiene previsto entregar 500 paneles solares de última tecnología, en las zonas  donde no se puede llegar con tendido eléctrico.

Herland Soliz, secretario de Hidrocarburos, Energía y Minas de la Gobernación, informó  que el objetivo es no dejar a ningún cruceño sin acceso a este servicio básico, teniéndose programado  entregar  paneles solares a las comunidades más alejadas del departamento.  La Gobernación cruceña  pretende electrificar toda la provincia Cordillera a través del tendido eléctrico y energía solar que es captada por paneles fotovoltaicos, este proyecto que ya se encuentra en la Fase II contempla una inversión de Bs. 31 millones.

Alcira Moscoso, beneficiaria, agradeció a la Gobernación por la luz entregada, manifestando que los mecheros y las velas serán cosa del pasado, teniendo hoy energía eléctrica para que sus hijos puedan estudiar y prepararse para ir a la escuela. “Gracias Rubén por preocuparse por nosotros que vivimos lejos”, expresó.

“Este es un acto histórico, que no se ve todos los días en las comunidades alejadas del chaco, son 17 familias las beneficiadas y también la escuela de la comunidad. Rubén Costas está trabajando por toda la provincia y el departamento y en especial por aquellos que sientan soberanía viviendo cerca a nuestras fronteras”, sostuvo el Subgobernador de Cordillera, Richard Moreno.

El sistema alternativo fotovoltaico, suministra energía para 3 focos que también puede utilizarse de manera portátil, una toma de energía de 15 vatios con capacidad para cargar celulares, computadoras pequeñas, radios y otros artefactos con esta medida de energía. Este sistema de última tecnología cuenta con batería de litio incorporada en los faroles, lo cual extiende la vida de los mimos por diez años, muy diferentes a los paneles solares antiguos que debía cambiarse cada tres años.