Profesionales en biotecnología, investigadores y especialistas en la gestión de calidad e inocuidad de alimentaria, coincidieron en que los Organismos Genéticamente Modificados (OGM) son tan saludables como los alimentos convencionales. Esta afirmación fue dada en el Webinar denominado ‘Inocuidad en los alimentos OGM’, organizado por la carrera de Ingeniería de Alimentos de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno (UAGRM) el pasado miércoles 24 de junio por Facebook live.
Para el profesor e investigador del Instituto Tecnológico de Costa Rica, Alejandro Hernández, la biotecnología concede a los cultivos la capacidad de protegerse de ataques de insectos y hongos que crecen en los granos y que son dañados por estas plagas. “Hongos comunes como Aspergillus y Fusarium producen una serie de toxinas como las aflatoxinas y fumonicinas que son resistentes al calor y son extremadamente tóxicas para los humanos y animales. La cadena alimentaria hace todo lo posible para que esto no llegue a los consumidores independientemente del método de producción orgánica, convencional o biotecnológica, sin embargo, un pequeño descuido en el control de insectos es un disparador de estos hongos, algo que difícilmente ocurre en cultivos biotecnológicos que no son atacados por insectos”.
El avance de la biotecnología también ha permitido lograr el desarrollo de nuevos cultivos, como el arroz dorado con precursores de betacaroteno (provitamina A), aceites sin grasas Trans a partir de soya mejorada, aceites omegas y la eliminación de gosipol de algodón para poder usar la semilla del algodón como alimentación animal.
El profesional explicó que hace 30 años se conocía muy poco sobre los genomas de los organismos, por lo que la comunidad científica y gobiernos actuaron con mucha precaución debido a que no se entendía el tema, e implementaron rigurosas pruebas de laboratorios y de campo para garantizar que los OGM sean seguros para el medio ambiente y la salud humana. “Esta etapa de generación de datos y pruebas de laboratorio es un filtro para el desarrollo de nuevos cultivos biotecnológicos y puede tardar hasta 10 años. Sin embargo, es también una garantía de calidad y seguridad que es evaluada de manera rigurosa por las agencias regulatorias de los gobiernos”, aseveró.
El ingeniero de Alimentos, especialista en Sistemas de Gestión de Calidad e Inocuidad Alimentaria y docente de la Universidad para el Desarrollo y la Innovación (UDI), Rodrigo Mamani, señaló que el control de la inocuidad de los OGM se realiza mediante la “equivalencia sustancial”, comparándolo con su equivalente no transgénico en cuanto a los posibles peligros físicos, biológicos y químicos como parte del protocolo de la industria alimentaria a fin de que los alimentos no generen riesgo para la salud.
Entre los factores de análisis para determinar la inocuidad del alimento se consideran: el origen del OGM; la composición; los efectos de la elaboración y la cocción; el proceso de trasformación, ADN y productos de la expresión de la proteína del ADN introducido; los efectos sobre la función; la posible toxicidad, alergenicidad o efectos secundarios; la ingestión y consecuencias alimentarias de la introducción del alimento modificado genéticamente, informó Mamani.
Para la biotecnóloga y especialista en manejo de biodiversidad, Cecilia González, los OGM, a diferencia de otros alimentos, pasan por pruebas rigurosas de bioseguridad; por tanto, considera que este control de inocuidad garantiza que son alimentos seguros para su consumo.
“Un OGM no puede salir al mercado sin pasar las pruebas respectivas, las mismas pueden demorar de 4 a 10 años antes de demostrar su inocuidad. Alimentos más seguros que los OGM no existen en el mercado”, dijo.
Cabe destacar que la biotecnología es una herramienta que se ha desarrollado a fin de brindar a los productores agrícolas los instrumentos para generar un buen rendimiento de los cultivos y garantizar el abastecimiento de alimentos, cuyo beneficio es reconocido por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).