La Bancada de
Convergencia Nacional en la Cámara de Diputados presentó en la víspera un
Proyecto de Resolución Camaral que condena, censura y cuestiona la actitud poco
democrática del ministro de Gobierno, Carlos Romero, en contra de una
asambleísta Marcela Revollo.
El diputado Roy
Moroni Cornejo (CN) sostuvo que este tipo
de prácticas, de utilizar información, escuchar conversaciones, de violentar
oficinas o domicilios van directamente contra el Art. 151 de la CPE, cuyas
prerrogativas de inviolabilidad están en la investidura que tienen los
asambleístas nacionales.
Moroni Cornejo
explicó que la Resolución pretende dejar un precedente para que los derechos de
los asambleístas y las asambleístas no sean vulnerados; además recomendando que
no se lleven adelante prácticas típicas de los gobiernos dictatoriales o de
aquellos gobiernos con poca tolerancia.
“Evo Morales ha
llegado al gobierno bloqueando al país y hoy día muestra su poca tolerancia,
cuando sus mismas organizaciones, en otras épocas, lo llevaron a la
presidencia, reclamando atención a sus demandas”, dijo el parlamentario.
Pidió que la Asamblea
Legislativa no se convierta en cómplice de situaciones delincuenciales y este
tipo de actitudes sean depuestas por parte del Poder Ejecutivo.
“Esta Resolución
Camaral también toca a la Ministra de Comunicación, porque en sus declaraciones
dijo que el derecho a la privacidad de una persona que ocupa un cargo público
sólo es válido en su hogar, sus comentarios no solamente son discriminatorios,
racistas, sexistas, machistas, sino que además muestran esa poca tolerancia del
órgano ejecutivo a la libertad de expresión. Imagínense qué es lo que podría
ocurrir con un ciudadano de a pie, si esto les ocurre a los asambleístas que
tienen cierta investidura de inviolabilidad, lo que puede ocurrirle a un
ciudadano de a pie”, protestó Moroni Cornejo.
Finalmente advirtió
que si la Cámara de Diputados no aprueba esta Resolución Camaral se va a
convertir en cómplice, no solamente de una situación que constituye un delito,
sino además parte de esa intolerancia, de esa costumbre dictatorial que estamos
cuestionando.