Periodismo: Una apuesta por los Derechos Humanos

Representación defensorial exhorta al poder político, sectores sociales y a la Policía a evitar agresiones contra los trabajadores de la prensa. Y exhorta a los medios de comunicación a ejercer la labor con amplia responsabilidad y ética. Un día para la reflexión crítica

El amplio ámbito del trabajo del periodismo permite la creatividad, el compromiso, el tesón, el empeño, el coraje, el ánimo para encarar cada arista de la sociedad, cada detalle que ésta contiene. Y en cada detalle y en la manera de encararlo existe la posibilidad de aportar.

Así como existen estas múltiples posibilidades, también existen muchos obstáculos, tanto del propio periodista (limitaciones técnicas, informativas, éticas y otras.) como de la sociedad (en su actitud hacia el trabajador de la información). Obstáculos que afectan el buen fluir comunicativo, es decir, desinforman; ahondan crisis y conflictos atizándolos; banalizan lo importante y le dan relieve a lo banal.

10 de mayo. Como toda fecha en la que se celebra algo, también hay que abrir espacios de reflexión,  sobre este tema. Más aún en este tiempo de derechos y deberes humanos. Es necesario utilizar el derecho a la información para servir, no servirnos, ni para servir a la violencia o a la banalidad o a lo destructivo. Como periodistas los valores positivos son el caldo de cultivo que deberían propugnarse, debería contagiarse, impregnar a toda la sociedad con buenas nuevas, noticias dadas con afán de construir, no de buscar exaltar lo negativo, ni de confrontar.

El Día del Periodista Boliviano fue instituido en la presidencia de Germán Busch que en 1938 impulsó este decreto, pues le dio importancia al aporte de la información al desarrollo, al progreso en todo ámbito; si esto se logra esta labor se hace merecedora de la recompensa social. De esa importancia nace también la responsabilidad por el eficaz y efectivo manejo de la información, del cumplimiento de esa misión a plenitud, y ahí hay mucho por reflexionar, hacia dentro del gremio.

Y la sociedad? No es un ente que simplemente recibe información, sino que el conjunto de sus distintos actores sociales son los protagonistas de las acciones en las que se desenvuelven y exigen presencia de los medios, los buscan, los miman, mientras les sean útiles. Mientras les dé por su lado. Pero si no es así, no les falta fuerzas para insultar, golpear, denostar, increpar al periodista que no le haga la nota según le parezca; mejor aún si la masa humana le mimetiza, le encubre y sus dirigentes en la mayoría de los casos le socapan.

Derechos y deberes, van de la mano y el o la periodista, y debe utilizarlos, no de acuerdo a su conveniencia, el periodista debe estar por encima de este antivalor,  si realmente se quiere cumplir con ser impulsores del desarrollo, de la cultura, de alimentar lo positivo de la sociedad.

Derecho a la información, con responsabilidad, sin soberbia, sin sesgos; derecho a la seguridad sin exponerse a riesgos innecesarios; derecho a ejercer su trabajo sin presiones y sin distinciones de sectores o colores, derecho a opinar sin ceder a  consignas económicas o de conveniencia, en fin un mundo abierto de derechos y deberes para la reflexión, un desafío abierto para las propias conciencias y un desafío para la sociedad para exigir más objetividad pero a la vez comprender y respetar al periodista.

En este día especial, exhortamos al poder político, a la Policía y a los diferentes movimientos sociales a entender y respetar la labor de los trabajadores de la prensa, que también se constituyen en una parte del pueblo, con carencias, con problemas y con demandas, y evitar las agresiones contra la humanidad de todos ellos, quienes en cada conflicto social se ven enfrentados a una serie de riesgos, como también a los medios de comunicación social dar más garantías para sus trabajadores en estos momentos de alta conflictividad social.
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