Yacimientos Petrolíferos fiscales
Bolivianos (YPFB Corporación) socializó a los medios de información y
diferentes instancias del Estado Plurinacional el libro “75 años de Aporte al
País” que resume el aporte de la estatal petrolera al desarrollo económico de
Bolivia.
La publicación elaborada por la Unidad
de Comunicación Institucional de YPFB Corporación, contiene en sus páginas la
historia de YPFB, las tres nacionalizaciones de los hidrocarburos y las
proyecciones de la compañía petrolera de propiedad del pueblo boliviano.
“La estatal petrolera boliviana despega
con la tercera Nacionalización de los Hidrocarburos y el decidido respaldo del
gobierno del presidente Evo Morales Ayma. Los resultados positivos alcanzados
la proyectan como el pilar fundamental de la economía boliviana y se inscribe
entre las 500 empresas más grandes de Sudamérica”, destaca Carlos Villegas
Quiroga, presidente de YPFB Corporación.
La
fundación de YPFB
YPFB surgió a la vida institucional el
21 de diciembre de 1936 durante el gobierno del Coronel David Toro, en una
oficina prestada por el Ministerio de Minas y Petróleo, la misma estaba ubicada
en la calle Yanacocha de la ciudad de La Paz con un capital de arranque que le
fue asignado al mes de su fundación para cubrir gastos de su organización.
Dos personajes promovieron la creación
de YPFB, el ex presidente de Bolivia, Germán Busch, héroe de la contienda del
Chaco y Dionisio Foianini, otrora destacado profesional cruceño. La estatal
petrolera nació con el enorme desafío de proyectar el futuro de la naciente
industria petrolera y la misión de desarrollar la producción hidrocarburífera
en el país.
Primera
nacionalización
La primera nacionalización ocurrió como
consecuencia de la declaratoria de caducidad de concesiones de la Standard Oil a
través del Decreto Supremo del 13 de marzo de 1937.
El presidente David Toro, expresando el
sentimiento de una generación frustrada por la derrota en la Guerra del Chaco,
declara la caducidad de las concesiones petrolíferas de la Standard Oil y la
reversión de todos sus bienes al Estado en un acto de dignidad nacional ante la
desleal actitud de la empresa norteamericana durante el conflicto, donde se
negó a abastecer de combustible a las fuerzas bolivianas.
Segunda
nacionalización
La Bolivian Gulf Oil Company ingresó al
país al amparo del Código del Petróleo el 23 de mayo de 1956, mediante la
suscripción de contratos de financiación de oleoductos y contratos de operación
conjunta con YPFB para exploración y explotación en áreas probadas petrolíferas
de jurisdicción de la estatal petrolera.
Esta compañía buscó la salida de YPFB
del mercado interno, pues el contrato de riesgo compartido dejó a la estatal
petrolera sin participación porque la exploración de un millón y medio de
hectáreas era exclusivamente de la Gulf Oil.
Ante ello, el Gobierno de Ovando Candia,
el 26 de septiembre de 1969 decretó la derogación del Código del Petróleo por
ser contrario a los intereses nacionales. El entonces ministro de Minas y
Petróleo, Marcelo Quiroga Santa Cruz, denunciaba una presión imperialista por
parte de la compañía norteamericana.
Luego de recibir el apoyo de las Fuerzas
Armadas y de varios sectores sociales, el 17 de octubre de 1969, el gobierno
emitió un decreto supremo que establecía la reversión al dominio del Estado
boliviano de todas las concesiones otorgadas a la Bolivian Gulf Oil Company, es
decir su nacionalización.
Tercera
nacionalización
El 1 de mayo de 2006, el Presidente del
Estado Plurinacional de Bolivia, Evo Morales, emitió el Decreto Supremo Nº
28701, de Nacionalización de los Hidrocarburos “Héroes del Chaco”, gracias al
que se recuperó la propiedad y el control absoluto de los recursos naturales
hidrocarburíferos del país.
Ese decreto supremo indica que las
empresas que operan en el país están obligadas a entregar a YPFB toda su
producción, la estatal petrolera comercializa esos recursos internamente y
tiene a su cargo los acuerdos de exportación. Asimismo, obliga a las empresas
petroleras a suscribir nuevos contratos, estableciendo un régimen de regalías
del 82% en favor del Estado boliviano.
“Se acabó el saqueo de nuestros recursos
naturales por parte de las transnacionales”, había asegurado el Presidente, al
anunciar esta medida que marcó historia en Bolivia.
Con ello, YPFB se vio potenciada para
que nuevamente asuma la operación y administración de la cadena productiva de
los hidrocarburos. Se reestructuró de manera integral, se convirtió en una
empresa modelo, transparente y eficiente.