“Las cifras poblacionales del Censo son la base para la geografía electoral, y en la medida en que se presume que estos datos han sido amañados se deduciría también que habría una distorsión sobre el veredicto de las urnas en los comicios del 2014”, precisó.
La parlamentaria indicó que “la vía a tomar es auditar el Censo mediante organismos imparciales, como podrían ser el PNUD, la Fundación Jubileo y las universidades, para rectificar datos y aproximarse lo más posible a la realidad”.