A pesar de contar con grandes fuentes generadoras de energía, América Latina requiere que se hagan grandes inversiones en el sector energético de manera de poder brindar seguridad a la región, indicó Hamilton Moss de Souza, vicepresidente de energía de la CAF, durante su participación en el 6to Congreso Internacional Bolivia Gas & Energía 2013, que se inició esta mañana en Santa Cruz de la Sierra.
Moss de Souza habló de que para brindar seguridad energética, en los próximos 20 años en la región se debería invertir unos 2 billones de dólares. De esa cantidad, la CAF está en condiciones de financiar cerca de un 20% y el monto restante tendrá que ser invertido por los gobiernos o por las empresas privadas del sector.
El ejecutivo de la CAF indicó que en la actualidad la región se encuentra en buena posición en cuanto hace a la provisión de energía y que lo propio sucede en cuanto a potencialidad de generación, ya que se cuenta con reservas de petróleo y gas, además que también hay una gran potencialidad de generar energía mediante hidroeléctricas, aunque reconoció que muchos proyectos se encuentran frenados por temas ambientales y por problemas sociales. También destacó que la región tiene un gran potencial eólico y de otras fuentes de generación de energía.
Sin embargo, Moss de Souza dijo que la región no debería confiarse en que se encuentra en buenas condiciones de generación tanto de energías no renovables como renovables y que, por el contrario, se tiene que seguir invirtiendo no solamente en nuevos proyectos, sino también en el mantenimiento de las instalaciones que han sido construidas.
A tiempo de insistir en que las inversiones en nuevos proyectos de generación de energía debe ser constante, recordó que la CAF en la actualidad tiene 77 proyectos energéticos en análisis y que en el periodo 2000-2010 ha invertido en energía 9.103 millones de dólares, mientras que el Banco Interamericano de Desarrollo invirtió 6.159 millones y el Banco Mundial 5.520. “Es cierto que el monto invertido no es grande para las necesidades del sector, pero sí es significado para la cartera que maneja la CAF”, anotó.
Otro de los retos planteados por Moss de Souza es la universalización del acceso a la energía eléctrica y puso como ejemplo la India, un país en el cual más de 600 millones de personas no tienen acceso a la energía eléctrica y acotó que en Brasil aún hay tres millones que no cuentan con luz eléctrica en sus casas.
Finalmente apuntó como otro de los retos el cobro de un precio justo por la energía, destacando que el tema de la subvención debe ser definido en una política de Estado, teniendo en cuenta que la demanda de energía crece, en promedio, un 30% cada diez años.
Moss de Souza habló de que para brindar seguridad energética, en los próximos 20 años en la región se debería invertir unos 2 billones de dólares. De esa cantidad, la CAF está en condiciones de financiar cerca de un 20% y el monto restante tendrá que ser invertido por los gobiernos o por las empresas privadas del sector.
El ejecutivo de la CAF indicó que en la actualidad la región se encuentra en buena posición en cuanto hace a la provisión de energía y que lo propio sucede en cuanto a potencialidad de generación, ya que se cuenta con reservas de petróleo y gas, además que también hay una gran potencialidad de generar energía mediante hidroeléctricas, aunque reconoció que muchos proyectos se encuentran frenados por temas ambientales y por problemas sociales. También destacó que la región tiene un gran potencial eólico y de otras fuentes de generación de energía.
Sin embargo, Moss de Souza dijo que la región no debería confiarse en que se encuentra en buenas condiciones de generación tanto de energías no renovables como renovables y que, por el contrario, se tiene que seguir invirtiendo no solamente en nuevos proyectos, sino también en el mantenimiento de las instalaciones que han sido construidas.
A tiempo de insistir en que las inversiones en nuevos proyectos de generación de energía debe ser constante, recordó que la CAF en la actualidad tiene 77 proyectos energéticos en análisis y que en el periodo 2000-2010 ha invertido en energía 9.103 millones de dólares, mientras que el Banco Interamericano de Desarrollo invirtió 6.159 millones y el Banco Mundial 5.520. “Es cierto que el monto invertido no es grande para las necesidades del sector, pero sí es significado para la cartera que maneja la CAF”, anotó.
Otro de los retos planteados por Moss de Souza es la universalización del acceso a la energía eléctrica y puso como ejemplo la India, un país en el cual más de 600 millones de personas no tienen acceso a la energía eléctrica y acotó que en Brasil aún hay tres millones que no cuentan con luz eléctrica en sus casas.
Finalmente apuntó como otro de los retos el cobro de un precio justo por la energía, destacando que el tema de la subvención debe ser definido en una política de Estado, teniendo en cuenta que la demanda de energía crece, en promedio, un 30% cada diez años.