Criterios técnicos, económicos y políticos fueron debatidos para lograr la soberanía alimentaria en Trigo

Que el “pan nuestro de cada día” hecho con trigo fruto del esfuerzo de los bolivianos es un anhelo aún incumplido, habiendo razones técnicas, económicas y políticas de por medio que explican el deficiente histórico resultado en el país. Las cifras son contundentes: datos del INE revelan que desde el año 2000 a septiembre de 2013, Bolivia compró al mundo trigo y harina de trigo por 4,4 millones de toneladas gastando 1.137 millones de dólares. “4 de cada 10 panes que se consumen en el país son bolivianos”, el saldo se fabrica con trigo y harina argentina y de EEUU. Pese a ello, cerca de 150 asistentes al Foro “Desarrollo del Sector Triguero en Bolivia: Desafíos y Oportunidades” concordaron que los esfuerzos público y privado en el marco del Programa Nacional del Trigo son una necesidad imperante hacia un futuro autoabastecimiento, con base en una producción económicamente viable, ambientalmente sustentable, socialmente responsable, generando con ello decenas de miles de empleos para los bolivianos. 

El Foro se desarrolló en la ciudad de La Paz, con la presencia del Viceministro de Desarrollo Rural, Víctor Hugo Vásquez; los Presidentes de ANAPO e IBCE, como entidades coorganizadoras; la Presidenta de la Aduana Nacional de Bolivia, Marlene Ardaya; los expositores, Félix Marza, Coordinador del Programa Nacional de Trigo del Instituto de Innovación Agropecuaria y Forestal (INIAF), y Hernán Zeballos, ex Viceministro de Agricultura, además de la presencia de representantes de entidades y empresas gubernamentales, academia y organizaciones sociales, que abarrotaron el Salón Pérez de Holguín, en el Hotel Radisson, en la capital de Gobierno.

Producción, conumo nacional, rendimiento e industria molinera
Tanto para el expositor central del Foro, Dr. Hernán Zeballos Hurtado, Phd en Economía Agrícola, como para el segundo expositor, Dr. Félix Marza, Coordinador del Programa Nacional de Trigo (INIAF), la producción de este cereal cubre menos del 40% del consumo nacional, equivalente a cerca de 290.000 toneladas, un 75% de éste se obtiene en las zonas Este y Oeste de Santa Cruz, y el resto en valles interandinos. La demanda boliviana de trigo representa anualmente al menos 700.000 toneladas.

Para Félix Marza, la baja productividad “se debe a limitantes tecnológicos, tales como la falta de variedades estables y con buen potencial de rendimiento; el desarrollo de mecanismos de tolerancia a factores bióticos y abióticos adversos; y, la falta de recomendaciones técnicas confiables en el manejo del trigo”.

Para Hernán Zeballos, la industria molinera presenta una alta concentración y polarización de la molienda de trigo en Bolivia: Santa Cruz concentra el 50%, La Paz el 43%, y el resto un 7%, en Cochabamba y Potosí. Asimismo parafraseó el informe de la AEMP (Autoridad de Fiscalización de Control Social de Empresas) señalando que “la capacidad utilizada promedio de las molineras para el año 2011 alcanzó un 33,7% del total instalado, el restante 66,3% queda como capacidad disponible ociosa”, explicándose esta situación por la importación de harina que hace el país desde diferentes países.

Productores renovan compromiso de producir más trigo
A tiempo de dirigirse a la audiencia del Foro, Demetrio Pérez Flores, Presidente de ANAPO, expresó que los productores mantienen su compromiso de aumentar la producción de trigo y contribuir a la seguridad alimentaria de la población boliviana. Para ello “es necesario contar con políticas públicas del Gobierno Nacional, que incentiven y fomenten la producción de trigo” dijo y agregó que ANAPO recomendó a las autoridades un “programa integral de fomento a la producción de trigo” que contemple el fortalecimiento de la investigación y asistencia técnica; un precio mínimo de compra antes de la siembra para tener certidumbre de la venta, un seguro agrícola para disminuir riesgos climáticos adversos; y, financiamiento en líneas de crédito con tazas de fomento para la producción de trigo y acopio de semilla certificada. “El aumento de la producción de trigo en el país es un compromiso pendiente, que debe ser un esfuerzo de todos los actores públicos y privados que componen esta cadena agro-alimentaría”, concluyó.

“Las políticas públicas también pueden sembrarse”
A tiempo de inaugurar el Foro, José Luis Landivar Bowles, Presidente del IBCE, expresó que “para generar el ‘círculo virtuoso’ de inversión-producción-sustitución de importaciones, que nos lleve a producir más trigo en el país, “precisamos de una Política de Estado que sea fruto de un consenso entre los actores, los diferentes eslabones que componen la cadena productiva del trigo–harina–pan y fideo”; agregó que “se debe avanzar aún más en los modernos sistemas de producción haciéndolas sostenibles en el tiempo. Para que haya una buena cosecha, primero debe haber una buena siembra, y las políticas públicas también pueden sembrarse". Llamó la atención de cada 10 marraquetas (pan de consumo generalizado en el Occidente del país), solo 4 sean con trigo boliviano, y que las restantes 6 marraquetas sean con harina o grano de trigo de EEUU o Argentina.

Principales expresiones y conclusiones del foro
El Moderador del evento fue el Emb. Marcelo Pérez Monasterios, quien llevó adelante la Cuadragésima Octava versión del “Foro Permanente de Diálogo con la Sociedad Civil sobre Producción, Comercio Exterior e Integración”, con sede en La Paz, destacándose como principales expresiones y conclusiones:

- Los participantes concordaron que si bien existen esfuerzos públicos y privados para producir más trigo en el país, existe al mismo tiempo una imperiosa necesidad de articular aún más los sectores en un escenario de “puertas abiertas”
- Existe tierra para cultivar, conocimiento para producir pero falta voluntad para avanzar mucho más en la sustitución competitiva del trigo y la harina importados
- Los asistentes expresaron que no se puede obviar un sistema de innovación en el país como instrumento de desarrollo de la agricultura: “De un país que descuida su proceso de innovación, no se puede esperar que tenga seguridad alimentaria”
- La presencia de la Aduana Nacional de Bolivia fue calificada como fundamental, para conocer el proceso agroproductivo en el país, para tener una cadena segura de exportación, y por ende aprender de países que tienen buenas prácticas, tecnologías y sobre todo alianzas estratégicas con “visión país” autosuficiente
- El país debe invertir más en recursos humanos, en conocimiento
- Resulta imperante fortalecer la institucionalidad, en especial, en el sector público
- Se recomendó la necesidad de políticas de promoción y estímulo que fortalezcan el agroboliviano
- Para fortalecer la cadena de trigo, se precisa avanzar en tres aspectos principales: a) Seguridad jurídica para la tierra y la inversión agrícola; b) Precio mínimo garantizado para hacer rentable el cultivo, mientras se mejora su productividad; c) Políticas públicas consensuadas, por ejemplo, en materia de investigación, asistencia técnica, desarrollo tecnológico, riego, crédito, seguro agrícola.
- Se concordó que se debe dialogar, conversar, hacer planteamientos, ser apartidista en los planteamientos, tomando en cuenta que pese a todas las diferencias que puedan haber entre los actores, “todos somos bolivianos”

48vo. foro de diálogo con la sociedad civíl
El Cuadragésimo Octavo “Foro Permanente de Diálogo con la Sociedad Civil sobre Producción, Comercio Exterior e Integración” titulado “Desarrollo del Sector Triguero en Bolivia: Desafíos y Oportunidades” fue co-organizado por ANAPO e IBCE, con el alto respaldo del INIAF, CIAT, AB-CREA, Fundación CETABOL y el CIAB; además del importante auspicio de empresas líderes: SEMEXA, AIOKI S.A., FAMOSA, CAICO, Ingenio Azucarero Guabirá S.A. y BOA, y se desarrolló en presencia de cerca de 150 participantes que se dieron cita en el Salón Pérez de Holguín, en el Hotel Radisson, en la ciudad de La Paz.
Con la tecnología de Blogger.