YPFB desarrolla monitoreo biótico para preservar la fauna en el Parque Kaa Iya

YPFB, contribuyó a incrementar considerablemente entre 2002 y 2017 la población de jaguares, antas y zorros en el Parque Nacional Área Natural de Manejo Integrado Kaa Iya del Gran Chaco, reserva por donde atraviesa el Gasoducto Bolivia Brasil (Gasbol), se informó en fuentes de la estatal petrolera.

Los avistamientos de fauna se incrementaron sustancialmente, en el caso de las antas de 10 a 538, de zorros de cero a 475 y jaguares de 7 a 202. Mientras que el número de urinas subió de 28 a 207 y pumas de 4 a 79, cifras que muestran el éxito de las medidas de prevención y mitigación implementadas como parte de las medidas establecidas en la licencia ambiental del gasoducto, el  programa monitoreo de aspectos bióticos (referente a organismos vivos), permite evaluar el impacto positivo de las medidas de mitigación implementadas.

El Parque tiene una superficie de 3.4 millones de hectáreas, considerado como el más extenso de Bolivia y uno de los más grandes de Sudamérica. En fauna se registraron 514 especies, 59 de grandes mamíferos, 301 de aves, 89 de herpetofauna (reptiles y anfibios) y 65 de micro mamíferos. En flora cuenta con  880 especies de plantas vasculares, distribuidas en 111 familias y 28 especies de criptógamas (vegetales sin semilla).

Trampas cámara
20 mil fotografías de animales como promedio registran al año las trampas cámara instaladas por la estatal petrolera en el Parque Kaa Iya en las zonas aledañas a sus operaciones.  Las imágenes obtenidas muestran jaguares, pumas, antas, urinas, osos banderas, zorros negros, chanchos solitarios entre otros. Lo más importante es la presencia del jaguar como cabeza de la cadena trófica.

“Estas fotografías son procesadas, se identifican los animales y una vez identificadas se analizan los individuos de acuerdo a sus característica morfológicas”, puntualizó Rodrigo Quintana, subgerente socio ambiental de Gas TransBoliviano (GTB) filial de la estatal petrolera.

El monitoreo de aspectos bióticos, que forma parte del modelo socio ambiental, busca evaluar el impacto de las operaciones en la fauna de la zona y el resultado de las medidas de protección y conservación implementadas para proteger las especies únicas, amenazadas, protegidas o en peligro de extinción.

De la misma manera este programa proporciona información para minimizar la perturbación a la  fauna, y su hábitat durante la realización de las actividades requeridas por la operación del gasoducto y provee de valiosa información para la mejora continua de los programas de monitoreo y control Socio – Ambiental desarrollados con las organizaciones indígenas para prevenir la presión adicional de la caza, pesca, captura, recolección y mercadeo de fauna nativa.

YPFB opera en el lado boliviano el Gasoducto Bolivia-Brasil desde julio de 1999, en territorio nacional tiene una extensión de 557 kilómetros. Comienza en la estación de medición Río Grande, próximo a la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, atraviesa cuatro estaciones hasta llegar a la frontera. El ducto es de 32 pulgadas de diámetro con una capacidad de entrega de 32.85 millones de metros cúbicos diarios.
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