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La oportunidad sirvió para evaluar las
capacidades básicas de reacción que se tienen en Viru Viru para enfrentar y
atender problemas emergentes de una epidemia.
Joaquin Monasterio, director del
Servicio Departamental de Salud (Sedes) de Santa Cruz, indicó que gracias al
simulacro, Bolivia demostró que se encuentra en condiciones de atender
emergencias de magnitud. “Todas las instituciones hemos demostrado que estamos
en condiciones de enfrentar una emergencia sanitaria de importancia
internacional. De esta manera le estamos dando las garantías a la población,
logrando que el aeropuerto sea clasificado como un punto de entrada seguro”,
afirmó.
Por otra parte, Fernando Ibañez,
secretario de Seguridad Ciudadana de la Gobernación, resaltó el trabajo de 6
meses de preparación de las instituciones para llevar a cabo el simulacro con
éxito. “Es necesario resaltar la importancia y la capacidad de interrelación
organizativa que demuestran las personas
de todas las instituciones ante una emergencia”, subrayó Ibañez.
Datos
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El primer simulacro se ejecutó en el mes
de diciembre del 2011, donde se pudo calificar al aeropuerto con la capacidad
para atender emergencias. El desarrollo se debió ante la llegada de un avión
con pasajeros que presentan una enfermedad aparentemente transmisible de
acuerdo a los informes que se recibieron desde el avión
Este segundo simulacro se realizó el
miércoles 20 de junio, con el mismo que se pretende tener la acreditación a
nivel internacional. “El tiempo que se precisó desde la llegada del avión y la
alerta expuesta, ha sido aceptable desde el punto de vista de las normas de la
salud pública, dentro de los parámetros de una emergencia”, indicó
Monasterio.
En el simulacro, el equipo de Respuesta
Rápida se presentó 10 minutos después del aterrizaje del avión. Dentro de la
aeronave se diagnóstico a siete personas con sintomatología (código rojo) de
gastroenterocolitis aparentemente infecciosa, que se manifestó con vómitos,
desmayos y mareos. Al mismo tiempo se observó la presencia de un fallecido
(código negro) debido a los efectos de la deshidratación inmediata que sufrió.
El resto de los pasajeros presentaron
alguna sintomatología pero no determinada (código amarillo) y los que no tenían
absolutamente ninguna sintomatología (código verde) fueron evacuados a los
hospitales. Una vez finalizado el
análisis y la evaluación de los pacientes se procedió a la toma de muestras de
vómitos y diarrea que se encontraron en los asientos del avión, que fueron
llevados de forma inmediata al Centro de Nacional de Enfermedades Tropicales
(CENETROP) para realizar análisis de laboratorio.
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