El parlamentario afirmó que la medida
podía haber sido un instrumento ambicioso para el crecimiento del sector; sin
embargo, aseguró que esta medida solo se circunscribe a defender
derechos del productor agrícola
estableciendo mecanismos de participación en la etapa de la transformación de
la caña controlada por los Ingenios.
Gantier dijo que si bien fortalecer al
eslabón más débil de la cadena de los abusos oligopólicos de la industria es un
deber del Estado, el problema, dijo, es actuar con visión miope y
coyunturalista estableciendo medidas paternalistas que permitirán un rédito
inmediato al Gobierno que captará más votos en este gremio sin garantizar la
sostenibilidad futura de esta cadena productiva que más allá de paliativos
requiere de medidas estructurales y estímulos para mejorar rendimientos y
productividad.
“El Estado debe estimular esta
transformación cualitativa en el sector, es más si es necesario debe intervenir
liderizando el cambio pero bajo ningún punto de vista intervenir de manera
directa, sofocando capacidades de las
comunidades intermedias que por este hecho, en lugar de convertirse en
elementos dinámicos y proactivos, se convertirán en sujetos pasivos de la
iniciativa del Gobierno”, dijo.
Finalmente afirmó que una sociedad
democrática y libre debe desconfiar de estas medidas del Estado que en lugar de
buscar el “bien común” sacrifican este postulado por favorecer intereses particulares y
sectoriales de sus organizaciones allegadas.