El Gerente General de la Empresa de
Apoyo a la producción de Alimentos, EMAPA, Álvaro Rodríguez, ratificó la
calidad de la harina de trigo que la entidad estatal elabora y distribuye
oportunamente al sector panificador desde hace un año y cuatro meses a precios
preferenciales, para mantener el precio del pan a 40 centavos de boliviano.
Según la autoridad, la harina de EMAPA
cumple con todos los estándares de calidad establecidos por el Ministerio de
Salud y cuenta con las respectivas certificaciones del Instituto Boliviano de
Normalización de Calidad, IBNORCA, respaldando sus propiedades alimenticias.
“La harina que distribuye EMAPA al sector panificador es ‘000’, empleada para
la elaboración de pan de batalla por su alto contenido de gluten. Cada 15 días,
nuestro producto se somete a rigurosas pruebas de análisis de calidad que
avalan que el nivel de gluten de nuestro producto varía entre 30 y 32 por
ciento, valores superiores respecto al mínimo requerido para la elaboración de
pan que es de 23 por ciento”.
Desde enero del 2011 hasta la fecha, la
empresa estatal entregó permanentemente 2.1 millones de quintales de harina de
trigo a cerca de 1.650 panificadores.
“Cada día, EMAPA entrega al sector panificador
de La Paz entre 5.500 y 6.500 quintales de harina, los 30 días del mes y nunca
hemos tenido una demostración real validada técnicamente de manera imparcial y
con profesionalismo que demuestre que la harina de EMAPA es de mala calidad.
Sí, hay gente interesada que sale a los medios de comunicación diciendo que
nuestro producto es deficiente pero no se ha demostrado por ninguna instancia
seria que trabaje en el análisis de alimentos que la harina de EMAPA está mal”.
Un quintal de harina en el mercado local
es comercializado en Bs 200 y EMAPA vende ese mismo quintal a los panificadores
en Bs 145.
“El Gobierno ha firmado un convenio con
los panificadores en el que establece que por día pueden recibir hasta cuatro
quintales de harina; si uno de ellos no recoge su cupo en el día puede
recogerlo al día siguiente, hay una reposición del insumo”, precisó.
Por otro lado, el titular de EMAPA
indicó que hubo un retraso en la llegada del insumo fundamental para la
elaboración del pan de batalla ocasionado por la limitada oferta de transporte.
“Cada día distribuimos a La Paz entre 5.500 y 6.500
quintales de harina lo que representa mover cerca de 16 camiones con carga de
trigo desde Santa Cruz. En este momento hemos tenido un problema en la llegada
del transporte porque nos encontramos en plena época de cosecha de soya y el
camionero prefiere transportar este producto en Santa Cruz que viajar a otro
departamento, lo que ha generado una limitante en la oferta de la disposición
de movilidades, lo que no significa que EMAPA está dejando de abastecer a los
panaderos”, dijo.
Para la autoridad, algunos dirigentes
están utilizando el retraso del arribo de la harina como un pretexto para
incrementar el precio del pan.
“El precio del pan no tiene por qué
subir, el Gobierno está haciendo un esfuerzo muy grande entregando harina de
calidad al sector para mantener la estabilidad del precio de este alimento”.
Para el gerente de EMAPA, la harina no
hace al pan, el panadero es el que con su capacidad hace de la harina un pan de
batalla que satisfaga las necesidades de las familias bolivianas.